sábado, 30 de marzo de 2019

Propuesta de Audio 4: Ravel vs Shostakovich

La pasada semana mientras recorría las redes sociales vi una foto que me hizo sonreír
(Fuente Facebook)
La situación es cuanto menos graciosa, pero la única forma de entenderlo es si en algún momento de tu vida has tocado la caja en "El Bolero de Ravel", yo la verdad solo lo he hecho en versión arreglada para banda (que no era profesional), pues imagínate el tiempo que pasé con el ritmo de bolero ternario...

Ravel fue un compositor francés que vivió entre los siglos XIX y XX, destacó principalmente por ser uno de los mejores orquestadores de la historia de la música, ya que tenía una capacidad brillante para combinar los instrumentos de la orquesta entre sí generando un efecto sublime.

El bolero tiene una historia interesante y misteriosa, que pasa por los compositores españoles Isaac Albéniz y Enrique Fernández Arbós, ya que hay ciertos rumores que dicen que Ravel no fue el autor original de la famosa melodía, pero bueno esa es otra historia. La cuestión es que Ravel lo planteó como un ejercicio de orquestación en el que a través de diferentes combinaciones de instrumentos, timbres, armonías y acompañamientos hace que la melodía y el ritmo de bolero se repita una y otra vez. Claro la melodía pasa de instrumento a instrumento por toda la orquesta, pero el ritmo constante y repetitivo le corresponde continuamente a la caja durante los 18 números de ensayo y que solo se modifica en los dos últimos compases. 

                                                                    (Fuente ISMLP)

Shostakovich fue un compositor Ruso de comienzos de s. XX que vivió y trabajó bajo las órdenes de la Unión Sovética (URSS). Conoció y sufrió en primera persona la primera guerra mundial, la revolución rusa, la segunda guerra mundial y el despiadado dictador Stalin. Siempre se ha cuestionado si su actitud hacia el poder del estado, que ejercía una censura de mano de hierro en todos los aspectos de la vida incluida en la música, había sido realmente crítica o no con el comunismo. Por ello su música siempre ha sido tan atractiva ya que no se ha podido encasillar como reaccionaria (decadente) o como una respuesta servil hacia el partido comunista. En todo caso Shostakovich siempre suena a Shostakovich.

Cuando Alemania en 1941 comenzó a atacar e invadir URSS, Shostakovich permaneció en Leningrado durante sus primeros asedios y luchas, momento en el que comenzó a componer la séptima sinfonía conocida como "Leningrado", sinfonía que pasaría a la historia como un símbolo de la resistencia soviética al fascismo. Cuando se escucha el primer movimiento es fácil que nos evoque la tensa espera, el ambiente militar, los desfiles, el pavor, el miedo y la destrucción que siente una ciudad cuando se enfrenta a la guerra.

(Creado con Sibelius, se repite continuamente en mas de 30 números de ensayo de 12 compases cada uno)

Ambas obras tienen en común una melodía y un ritmo que se repite de forma obsesiva hasta la saciedad desde un lejano pianísimo, pasando por un eterno gran crescendo en la que se añaden progresivamente instrumentos (el Bolero en la parte final tocan 2 cajas y en la Sinfonía nº 7  se recomienda tocar 3 cajas, todas ellas tocando exactamente lo mismo) y terminando con una explosión sonora en un gran climax. 
Ambas obras representan para el solista de caja un gran ejercicio de concentración, precisión, trabajo del tempo y sobre todo de paciencia. 

La 7ª sinfonía es larga, el primer movimiento dura media hora (la parte de caja comienza en el minuto 7:30)

Disfrutad de la música.

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